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sábado, 1 de diciembre de 2012

Benito Pérez Galdós: ...a la usanza gótica...


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Benito Pérez Galdós: A la usanza gótica

“Era aquello…, ¿cómo le diré yo?..., un gallardo artificio sepulcral de atrevidísima arquitectura, grandioso de traza, en ornamentos rico, por una parte severo y rectilíneo a la manera viñolesca, por otra movido, ondulante y quebradizo, a la usanza gótica,…”

 (Benito Pérez Galdós “La de Bringas” página 23, Editorial Offset, México 1987)


“Gótico. Se aplica al arte que nació en la Europa medieval, desde el siglo XII hasta el Renacimiento, y que alcanzó su expresión máxima en la arquitectura; apareció en el Norte de Francia (hacia 1140) como evolución del estilo románico; se distingue por el arco ojival y la bóveda por arista sobre esbeltas columnas, que da a toda la estructura una impresionante claridad. A diferencia de la pesadez de las masas románicas, las catedrales góticas, de enhiestos pináculos y piedra labrada, dan la impresión de ligereza, amplitud y elevación de espacios; el arbotante, utilizado desde 1180 para recibir el esfuerzo lateral de arcos y bóvedas, quitó a los muros su función estructural, de modo que fue posible reducir su espesor y superficie, y abrir en cambio grandes ventanales de vidrio policromado, apenas sostenidos por un leve marco de piedra; así las paredes parecen cortinas transparentes (ejemplo: la Sainte Chapelle, de París, 1247-50), y la luz a través de los cristales tienen una calidad espiritual y mística que es parte esencial de la concepción artística y religiosa. El plan de la catedral gótica sigue siendo basilical: una nave central (generalmente con naves laterales y crucero) termina en un coro rodeado por un deambulatorio con capillas; pero estos no son elementos aislados, pues se integran en un plan especial unificado. Exteriormente, dominan la fachada dos torres gemelas, portadas adornadas con esculturas, y más arriba un gran rosetón; también suele haber portadas en las alas del crucero; la parte superior de la estructura es un bosque de torres, arbotantes, chapiteles y agujas. Es digana de mención en el estilo gótico la importancia decorativa que se concede a los elementos estructurales, como arbotantes, columnas, nervaduras de las bóvedas, gabletes, etc.; y en énfasis en las líneas verticales para dar la impresión de altura. Magníficos ejemplos de esta arquitectura son en Francia las catedrales de Nuestra Señora de París (comenzada en 1163). Chartres (1194), Reims (1210), Bourges y Amiens (1220); en España, las de Burgos (1221). Toledo (1227), León (1254), Barcelona (1298), Gerona (1312) y Sevilla (1402), esta última, la iglesia gótica más grande del mundo, con marcada influencia mudéjar, y la iglesia de Santa María del Mar, Barcelona (1329); en Inglaterra, las de Lincoln y Salisbury (1220) y la Abadía de Westminster (1245); en Alemania, la de Colonia (siglo XIV), y en Italia la de Milán, famosa por su cúpula. En estos y otros monumentos se emplearon comunidades enteras de artesanos, obreros y artistas. La escultura, de carácter religioso,fue el complemento de la arquitectura; la pintura al fresco casi no existió sino en Italia; en el resto de Europa se perfeccionó en cambio el arte de los vitrales, la tapicería y los manuscritos iluminados.”

(Gran Diccionario Enciclopédico Ilustrado” de Selecciones de Reader´s Digest, 4ª edición, México 1975)


Santo Sepulcro de Estella

La iglesia del Santo Sepulcro de Estella se inició en románico y se terminó en gótico. Nos interesa aquí la fachada septentrional, posiblemente iniciada a finales del siglo XIII y terminada en el XIV.


Muestra una monumental portada de doce arquivoltas apuntadas que acogen un dintel con la Última Cena y un tímpano con escenas de la Pasión, como las Marías y el sepulcro vacío, el Anastasis, la aparición a la Magdalena y por último, el Calvario.


Junto a las enjutas hay dos grupos de arquerías que cobijan las estatuas de los doce apóstoles.

Fuente: http://www.arteguias.com/goticonavarra.htm

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